El empleo de la arcilla se conoce desde hace milenios, en todas las épocas y continentes, para curar todo tipo de enfermedades, heridas, afecciones de la piel y problemas inflamatorios. Se trata de uno de los más eficaces antisépticos y antibióticos que existen en la naturaleza pues impide la proliferación de bacterias, hongos, virus y otros elementos patógenos y estimula y refuerza las defensas del organismo.
La arcilla proviene de la descomposición de feldespatos, minerales que forman parte del granito, los feldespatos están compuestos de sílice y otras sustancias salicíferas que por la acción del agua se transforma en arcilla. Una arcilla de buena calidad contiene sales minerales como: sílice, fosfato, hierro, calcio, magnesio, sodio y potasio, elementos que son bien absorbidos por el organismo. Es un poderoso desintoxicante ya que posee gran potencial tanto de absorción de las impurezas contenidas en los tejidos y que son captadas, neutralizadas y drenadas; como de adsorción, mediante el drenaje y eliminación de las toxinas que se encuentran en suspensión en los líquidos orgánicos. Además reduce la toxicidad de las sustancias dañinas y neutraliza los venenos.
Usualmente hay dos formas de utilizar la tierra, barro o arcilla; a saber, uso externo y uso interno. Vamos a hablar primero del uso externo. Las distintas formas de aplicarla en uso externo son:
- Cataplasmas de barro o arcilla;
- Envolturas, bendajes y compresas;
- Baños de agua arcillosa o de lodo;
- Fricciones o humentaciones con agua de arcilla;
- Enterramientos en arena;
- Camas de tierra.
Además de todo esto hay que tener en cuenta que la arcilla también se puede combinar con otros productos como: miel, leche, col, tomate, ajo, etc, etc. en forma de cataplasmas.
Propiedades
Son muchas las propiedades de la arcilla, gracias a las cuales podremos aliviar y curar gran número de dolencias y enfermedades .
- Remineralizante: esta propiedad varia en función de los oligoelementos que posee, siendo algunas clases de arcillas más remineralizantes que otras.
- Cicatrizante: asegura la regeneración de los tejidos y permite reducir las cicatrices gracias al silicato de aluminio que existe en su composición.
- Estimulante: la presencia de abundantes oligoelementos permite una acción de reequilibrio y estimulación de la piel. Despierta la actividad de las glándulas deficientes, regulando nuestro metabolismo y equilibra el exceso de energía.
- Antiséptica o antibacteriana: a diferencia de los fármacos, cuya acción no distingue entre sustancias benéficas y nocivas para nuestro organismo, la arcilla es una sustancia viva que actúa donde se necesita. Asimismo detiene la proliferación de microbios y los elimina, favoreciendo la regeneración de la célula sana.
- Absorbente: Debido a su porosidad posee un gran poder de absorción, lo que le permite absorber gran cantidad de calor, atrayendo hacia sí las toxinas acumuladas balo la piel, logrando de esta forma que sean expulsadas.
- Depurativa: por su capacidad de drenar y evacuar toxinas.
- Sedante: calma dolores, inflamaciones, edemas y úlceras, siendo muy eficaz en el tratamiento de golpes, heridas, quemaduras, picaduras e irritaciones así como en contracturas musculares.
- Estética: Mejora el aspecto de la piel produciendo un peeling natural, oxigena, estimula la circulación sanguínea, elimina toxinas, fortalece tejidos, su acción antimicrobiana y antiséptica es ideal para acné y alopecias. Es regeneradora celular y anti inflamatoria .
Tipos de Arcilla
Blanca o caolinita
En forma de leche de arcilla por su fuerte poder cubriente, su acción antibacteriana, antiinflamatoria y cicatrizante se prefiere como protectora de la mucosa gástrica e intestinal pues acelera la cicatrización. Disuelve las fermentaciones y absorbe las toxinas, lo que la hace muy beneficiosa ante hinchazón de vientre e intoxicación alimentaria. Por su efecto de arrastre ayuda a combatir el estreñimiento, y regula el ph. En uso externo puede aplicarse en forma de cataplasmas, emplastos y mascarillas, es excelente como enjuague bucal y como polvos semejantes al talco para los bebés.
Verde
La mejor es la montmorillonita o bentonita, que también puede ser de color pardo o gris, muy rica en magnesio, además contiene silicio, potasio, sosa, cal y fosfatos, y óxidos de hierro, aluminio, manganeso, magnesio y titanio. Excepcional capacidad de absorción y pureza. Es desintoxicante, remineralizante y absorbente, se utiliza para drenar y remineralizar, por vía externa en cataplasmas espesos o por vía interna en forma de agua arcillosa para beber. La illita, variedad muy cálcica y pobre en magnesio, se adhiere muy bien a la piel, por su poder de absorción se utiliza para absorber residuos e impurezas, en cataplasmas espesas sirve en traumatismos y contusiones porque hace disminuir la hinchazón de esguinces y luxaciones.
Roja
El color rojo se debe a un mayor contenido de óxidos e hidróxidos de hierro, por su contenido en silicato de aluminio actúa como antiácido de acción local astringente, contrarrestada por el silicato de magnesio purgante que neutraliza la acidez gástrica, pudiendo eliminar pepsina, toxinas bacterianas, productos de putrefacción y tóxicos alimenticios. La atapulgita, variedad también blanca o verde, es muy utilizada por su fuerte poder absorbente en curas gástricas, úlcera de estómago, colitis y gastritis.